El viernes 22 de septiembre Tabasco vivió una jornada de violencia que comenzó entre las 6:45 y 7 de la mañana, según los informes de diversos medios de comunicación, quienes registraron el hecho a través de imágenes y notas; las fotos tomadas de diferentes ángulos y los textos consignaban, de diversas formas, lo que sucedía en tramos carreteros de la Chontalpa.
Los principales noticieros del país comenzaban a difundir los videos donde se veían autos en llamas, señalaban que esto sucedía en los municipios de Cárdenas y Huimanguillo, de esta manera Tabasco daba la nota a nivel nacional.
Una imagen por demás impactante fue la de un tráiler envuelto en llamas en la carretera Cárdenas-Comalcalco, en ese momento no se sabía que era parte de la estrategia de un comando armado que intentaba liberar a su líder, el cual había sido capturado por los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Guardia Nacional (GN).
El punto de inicio de esta escalada de violencia fue en el poblado 20 de Noviembre, conocido también como C-33, en Cárdenas. En la comunidad, las fuerzas federales se toparon con unos sujetos armados que iban en un vehículo, les marcaron el alto, pero no se detuvieron, comenzando una persecución e intercambio de balas.
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Entre los sujetos iba el líder de ellos, Salvador “N”, quien tiene 41 años de edad y es oriundo de Villahermosa. En su intento de huida se escondió en una obra en construcción, pero fue localizado por los militares; al darse cuenta que no tenía escapatoria se entregó sin oponer resistencia, sin embargo, sus subalternos estaban decididos a liberarlos.
En respuesta al aseguramiento, sus hombres comenzaron a quemar unidades, entre ellas la pesada unidad. La gran antorcha que se veía a gran distancia, provocó el caos vial en la zona. Pero era apenas el comienzo, porque instantes después, otro transporte similar, aparecía incendiado en la misma carretera.
Un reporte más de autos quemándose era difundido en las redes sociales, tanto por cibernautas como medios de comunicación, ahora era en la carretera Cárdenas-Coatzacoalcos, el número exacto: dos. En la citada vía se habían formada largas filas de unidades, por los vehículos siniestrados y el enfrentamiento de las fuerzas federales contra los delincuentes.
La violencia seguía en aumento y otra imagen impactante fue la de un pochimóvil o motocarro quemándose sobre la cinta asfáltica; a pesar de que el pequeño auto era devorado por el fuego, se pudieron distinguir sus colores (rojo y blanco) por unos instantes, ya que después, las llamas envolvieron la unidad, cambiándola a negra.
A la cadena de hechos violentos se sumó el ataque a la casa del coordinador de Protección Civil de Cárdenas. Un grupo armado llegó en un vehículo se estacionó frente a la vivienda y abrió fuego contra el frente y una camioneta de la corporación. Las autoridades al llegar, encontraron que la unidad tenía 6 impactos. De los atacantes, sólo se supo que partieron con rumbo desconocido.
Conforme aumentaban los reportes de unidades incendiadas, el miedo en la población era evidente, y en Cárdenas, Cunduacán y Huimanguillo los comercios y las escuelas cerraron, la labor de venta y la enseñanza, en esos momentos habían pasado a segundo plano, lo principal era conservar la vida.
A través de un comunicado, la Universidad Popular de la Chontalpa (UPCH), daba a conocer que las actividades se suspendían, al mismo tiempo comenzó a retirar a su personal administrativo y académico, así como a la comunidad estudiantil. En el plantel 31, de Cárdenas, y el poblado 11 de Febrero, de Cunduacán, se tomaba la misma decisión.
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Tras ser controlada la situación, se desplegó un gran operativo que consistía en patrullajes en poblados y la cabecera municipal de Cárdenas, además, se exhortaba a la población a no difundir rumores falsos sobre hechos violentos.
Finalmente, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco (SSPCT) daba a conocer en un comunicado la captura del líder criminal, y en su informe señaló que en el operativo se decomisaron 5 vehículos, 5 armas largas, 6 cortas, 2 aditamentos lanza granadas, 3 granadas de fragmentación, equipo táctico diverso, así como armas y cartuchos útiles. Detrás de los fríos números del decomiso, a la ciudadanía le quedó claro algo, que el viernes 22 de septiembre de 2023, no hubo abrazos, sino balazos.
