¡Juntas de nuevo! Madre e hija hondureñas se reencuentran

La madre y la hija de origen hondureño lograron reencontrarse, tras varias horas de estar separadas luego que una de ellas no pudiera subir al ferrocarril.

En menos de 24 horas, el Instituto Nacional de Migración (INM), a través de su representación en Tlaxcala, y en coordinación con autoridades estatales, municipales y el apoyo de la población, logró reunificar a madre e hija.

Luego de la localización y rescate de la menor de siete años de edad –quien viajaba en el tren junto con otras 16 personas migrantes- la instancia comenzó la búsqueda de la mamá, quien no pudo abordar el vagón a la altura del municipio de Orizaba, Veracruz, lo que ocasionó su separación.

Se buscó en albergues

Se estableció comunicación con distintas autoridades y albergues de la región para notificarles lo sucedido y emprender la ubicación de cualquier mujer procedente de Honduras que cumpliera con las características de la madre.

La casa del migrante La Sagrada Familia, ubicada en el municipio de Apizaco, Tlaxcala, informó a una Oficial de Protección a la Infancia (OPI) del INM de la llegada de una mujer de dicha nacionalidad que preguntaba por una menor de edad (su hija) de quien se había separado un día antes.

Agentes Federales de Migración acudieron de inmediato a la casa del migrante para trasladar a la señora a un albergue del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) donde era resguardada la niña extranjera.

La madre cayó y ya no pudo abordar el tren

Tras confirmar el vínculo familiar, la madre explicó que al intentar subir al ferrocarril se detuvo un poco para atarse las agujetas de los zapatos, pero al pretender correr se tropezó; su hija ya estaba arriba con el apoyo de las personas con las que viajaba.

Narró que con la ayuda solidaria de la región logró retomar el camino y emprender la búsqueda de su hija entre Orizaba –Veracruz- y Apizaco -Tlaxcala- donde le dijeron que había un albergue al que llegaban migrantes para pasar la noche y continuar su viaje a Estados Unidos.

En su travesía, recordó, se quedó dormida y se siguió hasta el estado de Puebla; con poco dinero y a mitad de la noche decidió seguir las vías del tren hasta la capital de esa entidad para luego regresar a Apizaco a fin de encontrar la casa del migrante y a su hija.

Después de 24 horas, finalmente volvieron a abrazarse; su pequeña estaba sana y salva, pero ante lo ocurrido la mamá adelantó que su objetivo ya no sería Estados Unidos sino gestionar el refugio en México, debido a la violencia en su país, la muerte de su esposo a consecuencia de la misma y las amenazas recibidas por bandas delictivas.

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