Comalcalco es vida, color, sabor a chocolate y aroma a cacao, en un entorno que enamora e invita a disfrutar de sus riquezas naturales, aseveró Johara de Leija Hernández, directora de Fomento Económico y Turismo (FOETUR) en ese municipio enclavado en el corazón de La Chontalpa tabasqueña.
Al dar la bienvenida, en representación del alcalde Ovidio Peralta, a ponentes y empresarios chocolateros participantes en el Décimo tercer Festival del Chocolate –que reúne en Tabasco a visitantes nacionales y extranjeros–, la funcionaria explicó y mostró el potencial de esa demarcación en materias turística y económica.
En presencia de representantes de la Organización Mundo Maya –organismo internacional que promueve el desarrollo turístico, cultural y ambiental en la región del mismo nombre–, Johara de Leija los invitó a disfrutar de la hospitalidad de los comalcalquenses, gente noble y trabajadora.
Junto a Jorge Peregrino Córdova, titular municipal de DECUR, también dio la bienvenida a operadores turísticos y chocolateros de Honduras, Belice, Guatemala, Campeche, Yucatán y Chiapas, a quienes externó que el cacao y el chocolate es una parte esencial e integral de la cultura y tradiciones de su municipio.
Durante el recibimiento que tuvo lugar en la Zona Arqueológica de Comalcalco, donde se asentó la civilización maya y cuyo nombre original era Joy Chan –que significa cielo rodeado–, los visitantes disfrutaron con un tradicional y vistoso mosaico artístico-cultural como recibimiento.
Es así como presenciaron la participación del grupo cultural Mukliba Chan, así como de la presentación de tamborileros y una muestra de zapateo tabasqueño integrada por bailarines de Casa de Cultura municipal, dirigidos por el maestro Hilario Hurtado López.
El recorrido por la Zona Arqueológica estuvo a cargo de la arqueóloga Alettia Gutiérrez, quien les explicó que esos vestigios constituyen una necrópolis del período clásico maya –del siglo I AC al IX DC– construidos con ladrillos y estuco de concha de ostión.
Posteriormente, los turistas degustaron un delicioso pozol y dulces de la región, y enseguida se trasladaron a un recorrido por la Hacienda La Luz, el cual estuvo a cargo de Ana Parizot Wolter, quien les explicó acerca del proceso de transformación del cacao en chocolate.
Finalmente, los visitantes acudieron a la Hacienda Jesús María, donde fueron recibidos por Vicente Gutiérrez; ahí recorrieron las instalaciones y la fábrica, degustaron un delicioso horneado tabasqueño, disfrutaron de la música tabasqueña con la marimba Flor del cacao de la casa de la Cultura y al final les dieron una cata de vinos y cervezas artesanales realizadas en Casa Oro Negro.