Ovidio Guzmán López, hijo del famoso narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha dejado la cárcel de Chicago después de declararse culpable de múltiples cargos relacionados con el narcotráfico y la delincuencia organizada. El Buró Federal de Prisiones (BOP) confirmó que el traslado del joven Guzmán se llevó a cabo el lunes, aunque los detalles sobre su nueva ubicación se mantienen en secreto por razones de seguridad.
Según informes de medios nacionales, Guzmán López será colocado bajo custodia en un lugar no revelado, donde se espera que actúe como testigo colaborador del gobierno de Estados Unidos. Este desarrollo podría tener implicaciones significativas en la lucha contra el narcotráfico en el país y en la desarticulación de las operaciones del cártel de Sinaloa, del cual es considerado uno de los líderes.
La decisión de Guzmán de cooperar con las autoridades podría marcar un punto de inflexión en el panorama del crimen organizado en la región, ya que su testimonio podría ofrecer información valiosa sobre las redes de tráfico de drogas y las operaciones del cártel que ha estado.
