El mundo del boxeo se encuentra de luto tras la trágica muerte de Ricky Hatton, ex boxeador profesional y campeón en dos divisiones, quien falleció el domingo a los 46 años. Su cuerpo fue encontrado a las 6:45 a.m. en Bowlacre Road, Hyde, Tameside, tras el aviso de un ciudadano a las autoridades. Según el reporte policial, “no se cree que haya circunstancias sospechosas” en este lamentable suceso.
Hatton, conocido como “Hitman”, fue una de las figuras más destacadas del pugilismo británico, enfrentándose a leyendas como Floyd Mayweather y Manny Pacquiao. Su última pelea oficial se llevó a cabo en 2012, donde fue noqueado por el ucraniano Vitali Shcherbenko en nueve asaltos, marcando el cierre de una carrera que dejó huella en la historia del boxeo.
Con un impresionante récord de 45 victorias, 32 de ellas por nocaut, y solo tres derrotas, todas por nocaut, Hatton se consolidó como campeón superligero y welter, siendo una referencia en el deporte durante la década de los 2000. Su legado se extendió más allá del cuadrilátero, ya que su hermano, Matthew Hatton, también destacó en el boxeo, llevando el nombre de la familia a la cima en esos años.
Sin embargo, la vida de Hatton no estuvo exenta de desafíos. A lo largo de su carrera, admitió públicamente sus luchas contra el alcohol, las drogas y la depresión, incluso revelando que había considerado el suicidio en momentos difíciles. Su lucha personal resuena en la memoria de muchos, recordando que detrás de la gloria deportiva, a menudo hay batallas invisibles.
La comunidad del boxeo y los fanáticos de todo el mundo rinden homenaje a Ricky Hatton, un verdadero guerrero dentro y fuera del ring, cuya partida deja un vacío irreparable en el corazón de quienes lo admiraron.
