La tensión comercial entre Estados Unidos y Canadá ha escalado tras la reciente decisión del gobierno canadiense de imponer un impuesto digital del 3% a las grandes tecnológicas estadounidenses. El presidente Donald Trump ha calificado esta medida como “un ataque flagrante” y ha decidido romper las negociaciones comerciales con su vecino del norte.
Trump anunció que, si Canadá no retira la tasa en un plazo de siete días, se verán obligados a imponer aranceles sobre productos canadienses. Este conflicto se suma a las crecientes fricciones comerciales entre ambos países, que ya han estado bajo presión debido a diversas políticas comerciales y aranceles recíprocos.
El impuesto digital, que afecta a empresas tecnológicas como Google, Facebook y Amazon, ha sido objeto de controversia en varias naciones, y su implementación por parte de Canadá ha provocado una reacción inmediata del presidente estadounidense. La medida busca que las grandes corporaciones contribuyan más a la economía canadiense, pero Trump sostiene que perjudica a los intereses económicos de EE.UU.
La ruptura de negociaciones podría tener repercusiones significativas en el comercio bilateral, afectando a sectores clave de la economía de ambos países. La comunidad empresarial y los analistas estarán atentos a cómo se desarrollen los acontecimientos en los próximos días y a las posibles respuestas de Canadá ante la amenaza de aranceles.
