La presidenta municipal de Amanalco, María Elena Martínez Robles, fue detenida por elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) bajo la grave acusación de tener vínculos con el crimen organizado. La aprehensión se llevó a cabo tras una exhaustiva investigación que sugiere su probable involucramiento en actividades ilícitas, incluyendo extorsión y colaboración con grupos criminales que operan en la región.
La FGJEM anunció que esta detención forma parte de una estrategia integral destinada a desarticular redes de corrupción que han afectado a varios municipios mexiquenses. Tras su captura, Martínez Robles fue trasladada al Centro Penitenciario de Almoloya de Juárez, donde deberá enfrentar un proceso judicial para determinar su responsabilidad en los delitos que se le imputan.
En un giro trágico de los acontecimientos, el director de Seguridad Pública de Texcaltitlán, que también estaba bajo investigación por su posible implicación en este caso, se quitó la vida antes de ser detenido, lo que añade un elemento de complejidad a la situación.
Este escándalo se suma a una serie de controversias que han salpicado a funcionarios públicos en la región, lo que pone de manifiesto la urgente necesidad de reforzar los mecanismos de transparencia y rendición de cuentas en el Estado de México.