Cuidado con el calor en Tabasco: riesgo elevado de cálculos renales


Las altas temperaturas y la elevada humedad en Tabasco están generando un aumento notable en el riesgo de formar cálculos renales, comúnmente conocidos como “piedras en los riñones”. Estas piedras son depósitos sólidos de minerales y sales que se crean cuando la orina se concentra, lo que puede ocasionar un dolor severo al desplazarse por el tracto urinario. Esta advertencia proviene del cirujano urólogo Gabriel Iván Farrera Santillán.


El doctor Farrera destacó que la deshidratación, provocada por el calor intenso de la región, lleva al cuerpo a acumular toxinas, lo que obliga a los riñones a esforzarse más para purificar la sangre. La litiasis urinaria, que implica la formación de estos cálculos en los riñones o vías urinarias, afecta a los hombres de manera desproporcionada, con una incidencia dos a tres veces mayor que en las mujeres. Sin embargo, se ha notado un preocupante aumento en el número de mujeres diagnosticadas con esta condición en años recientes.


En el contexto nacional, Tabasco se sitúa como la segunda entidad federativa con mayor prevalencia de piedras renales, alcanzando un 2.31%. Se estima que aproximadamente el 10% de la población mexicana, incluidos los tabasqueños, enfrentará este problema en algún momento de su vida.


La posibilidad de desarrollar cálculos renales aumenta con la edad y es más común en hombres. Factores como la deshidratación, una dieta rica en sodio y ciertos medicamentos también elevan este riesgo. En general, se calcula que el 15% de los hombres y entre el 5% y 10% de las mujeres podrían formarlos a lo largo de su vida.

Es crucial mantener una buena hidratación y seguir una dieta equilibrada para reducir estos riesgos y proteger la salud renal. Esto es especialmente importante para aquellos que pasan mucho tiempo sentados en trabajos administrativos o inactivos, quienes deben estar atentos a los síntomas.


Asimismo, se extiende una alerta particular a los conductores: entre las recomendaciones se incluyen consumir al menos dos litros de agua al día, evitar bebidas embotelladas, no posponer las ganas de orinar y encontrar momentos para caminar y moverse

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