La noche del 4 de octubre un grupo de personas estaba fuera de una casa y a pocos metros una patrulla. El motivo que estuvieran congregados en ese lugar es que los habitantes del fraccionamiento Estrellas de Buenavista denunciaron maltrato animal, lo que fue constatado al encontrar las autoridades un perro muerto y otro comiéndoselo.
Al ser informadas las autoridades que, en una veterinaria, ubicada en la calle El Dorado, había canes en condiciones deplorables, se trasladaron hasta la zona referida. Llegó también una agrupación protectora de animales. Lo primero que vieron los uniformados y los protectores de los lomitos fue un perro que se le marcaban las costillas.
El hambre intentaba calmarla comiendo el cuerpo de otro can, el cual no se sabía cuantas horas llevaba sin vida, pero probablemente varias. Un olor fétido impregnaba el lugar, por el cuerpo en descomposición y las heces fecales en el piso.
Lee más: Detenido en Cancún por un delito cometido en Tabasco
Los primeros informes, dado por los lugareños, indicaban que el lugar era una veterinaria, pero contrario a curar a los ‘amigos de cuatro patas’ los maltrataban. Como la casa era protegida por un portón blanco, los vecinos no podían rescatar a los animales y para calmar el hambre de los peluditos, les tiraban croquetas, sin embargo, como algunos de estos aún son pequeños, no podían comerlas.
Aparte, el mal olor que emanaba del lugar, llegaba a las casas cercanas, lo que llevó a levantar denuncias. Una de las ciudadanas comentó que un vecino alertó al veterinario que las autoridades lo iban a buscar, esto sucedió días antes del 4 octubre. A partir de ese momento se llevaron a algunos perros, la mayoría chicos.
Para más noticias entra a Más Podio
“Ya tengo la denuncia correspondiente para esta pseudoveterinaria”, señaló una de las congregadas. Agregó que tenían perros de diferentes tamaños, los maltrataban. La entrevistada corroboró lo que otros vecinos señalaron, que en ese lugar los lomitos estaban en condiciones deplorables.
Cabe señalar que la Fiscalía General del Estado (FGE) ya realiza las investigaciones correspondientes para dar con los propietarios de la veterinaria, donde una muestra viviente de la situación fue un perro negro que fue de los rescatados por una asociación civil, el cual se notaba temeroso y rehuía a cualquiera que se le intentaba acercar.
